La agricultura inteligente con respecto al clima es un enfoque integrado para la gestión de los paisajes (las tierras de cultivo, la ganadería, los bosques y la pesca) que aborda dos desafíos interrelacionados: la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Fuente: Banco Mundial
¿Qué beneficios aporta la agricultura inteligente?
Uno de los grandes desafíos de la humanidad para los próximos años, es alimentar un planeta en el que se estima para 2050 será de 15.000 millones de habitantes. Por esta razón la aplicación de la tecnología en el sector agroalimentario es uno de los campos de más rápido crecimiento, pues proporciona herramientas para la detección rápida de enfermedades y además mejora la capacidad de las plantas para absorber nutrientes y crecer con mayor velocidad.
“La nanotecnología permite desarrollar nuevos productos como nanofertilizantes, nanoprotectantes y nanosensores cuyo uso genera unos beneficios importantes al sector agrícola porque se aumenta la eficiencia en la producción y se bajan los costos de manera importante al simplificar la logística”.
Así mismo, en Colombia se viene trabajando hace un año y medio realizando pruebas en campo a nivel comercial en cultivos como cebolla en Aquitania donde ya se lleva un récord de tres cosechas seguidas solo con nanofertilizantes.
Gracias a la Nanotecnología agrícola los cultivos en Colombia podrán:
- Aumentar la eficiencia de consumo de agua.
- Mejora de la resistencia al daño por heladas, aridez, salinidad, plagas y enfermedades.
- Equilibrar el efecto de la intensidad de la luz. o Aumento de la densidad de clorofila y eficiencia de la fotosíntesis mejorando el color del fruto.
- Aumentar la calidad de los productos agrícolas, especialmente los frutos carnosos y tubérculos, como los tomates y las papas.,
- Aumento del tamaño del fruto especialmente pasifloras y cítricos.
- Mejora del período de almacenamiento o prevención de la acumulación de nitratos en hortalizas y cultivos de verano.
- Fertilizar en épocas de verano; impensable para fuentes convencionales.
- Fertilizar con medios aéreos; avioneta y/o dron.
Fuente: www.agronegocios.co
La tecnología en la agricultura: ¿Cómo nos beneficia?
Desde que se inició la agricultura, hace miles de años en la antigua Mesopotamia, los avances técnicos han sido constantes. La tecnología va de la mano de la agricultura, pues desde siempre el agricultor ha procurado facilitarse la ardua labor que implica el campo. Desde el arado de vertedera a los tractores conectados vía satélite a tu teléfono móvil, la tecnología en la agricultura supone avances y mejoras en la eficiencia de tu explotación.
Qué entendemos por tecnología en la agricultura
Podemos definir la tecnología en la agricultura como cualquier herramienta que suponga un avance en el modelo de trabajar y que mejore la eficiencia de una explotación. Aunque casi no lo percibamos, muchas de las actividades y labores que se realizan en una jornada de trabajo en el campo implican el uso de la tecnología.
En el campo, la tecnología debe cumplir con tres objetivos:
- Facilitar, o directamente realizar, el trabajo de los agricultores.
- Aumentar los rendimientos de las cosechas.
- Ahorrar en los insumos de la producción.
La idea es poder realizar labores agrícolas con el mínimo tiempo y el mínimo personal posible. Por ejemplo, piensa en el adelanto que supuso el tractor. La utilización de la máquina implicó una sustanciosa mejora en la eficiencia de trabajo frente a la tracción animal. En la actualidad, los tractores más potentes permiten realizar un trabajo en mucho menos tiempo que los primeros que se inventaron.
Los agricultores son conscientes de las ventajas que ofrece la tecnología en la agricultura, por ello la gran mayoría quiere usar la más actualizada y avanzada posible. En los tiempos que corren, la tecnificación del campo ha llegado a tal punto que ya hablamos de smart agro, agrotech o Agricultural Technology —conceptos todos que podemos resumir como agricultura de precisión—. Es decir, la informática al servicio de la agricultura.
Quizás relaciones el término con la utilización de drones para obtener imágenes de alta resolución de los cultivos que te ayuden a estimar las necesidades de fertilización, o la navegación GPS para cosechar sin necesidad de conducir el tractor. Pero va mucho más allá. Se trata de una revolución digital que también llega al campo y que nos deja por resolver unos cuantos desafíos. Retos que tienen que ver con el sector agrícola y alimentario y unas metas muy ambiciosas relacionadas con este planeta superpoblado, globalizado y en el que los recursos son claramente finitos.
Cual es el coste de aprovechar la tecnología en la agricultura?
La tecnología debe ayudar a optimizar la rentabilidad de una explotación, por eso debe ser económica. Solo así merecerá la pena implantarla. Por ejemplo, una máquina que sirva para recolectar la aceituna de una explotación olivarera debe suponer un coste menor que el que implicaría hacer la cosecha de forma manual. Esto se debe valorar en cada caso.
La digitalización del campo permite aumentar los rendimientos de una explotación agrícola y reducir los insumos. Aplicar la agricultura de precisión a los cultivos tiene como resultado preparar mejor el terreno, proporcionar a las plantas solo los nutrientes necesarios, los pesticidas exactos para luchar contra plagas y enfermedades que les afectan y repartir mejor los insumos en el campo. De nuevo, si una tecnología va a suponer un beneficio para el agricultor, el precio de la misma no puede ser mayor que el beneficio que supone. Por ejemplo, un fungicida para un cultivo de trigo que permite cosechar un 10% más, no puede superar, por hectárea, el valor del 10% de la cosecha obtenida.
Fuente: www.agroptima.com